Ahora tenemos que escoger el camino.
Quiero un camino que me permita llegar a mi destino en buenas condiciones, en el que pueda disfrutar a tope, que no requiera una elevada inversión, con costes asumibles, en compañía de los míos, sin lesiones y que además me permita compaginarlo con el trabajo, la familia, otros intereses, compromisos… No pido naaaa 😉
Ese camino estoy segura de que existe… si no… lo pinto 😉
Yo prefiero de antemano tener una idea de por donde ir, siempre sabiendo que imprevistos y sorpresas habrá… que ir «a lo que vaya saliendo». Demasiadas variables tenemos que tener en cuenta las madres trabajadoras